Tiempo y Lenguaje (I)
Tesis
El tiempo no es dado, es creado por facultades de la mente.
Todo orden crea tiempo.
Existe más de un orden, luego, existe más de un tiempo.
El espacio separa las formas, esa separación también crea un orden, el espacio es tiempo.
Existe una forma tiempo si bien su forma nunca llega a estar bien formada.
Exposición:
A. Sucesos
B. Relaciones
C. Composición (Facultades de la mente)
D. Representación (Lenguaje)
E. Lenguaje formal Aleph
A (Sucesos)
Todo lo que se presenta es suceso, todo pensamiento es suceso.
En A todos los sucesos están dados, no es conjunto por cuanto un conjunto separa, comprende algo que deja afuera otro algo, pero cualquiera sea ese otro algo, es suceso y por tanto no está afuera de A, está dentro de A. Pensar un conjunto es suceso y está en A.
En A solo hay sucesos, pero más de un suceso, si es así, un suceso difiere de otro; si no existiera ninguna diferencia, sería todo un suceso y el mismo suceso. En A el conocimiento de esa diferencia no nos es dada.
Llamamos a A colección infinita no estructurada.
No es difícil convencernos que esta colección, de existir, debe ser infinita si bien no conocemos su cardinalidad.
Supongamos que A no es infitinita, existe un número N finito de sucesos, luego pensar que puede existir un número N+1, es suceso.
A no tiene borde, no tiene frontera, no tiene límite, no puede cerrarse, nada cambia en A, no hay comienzo ni final en A, todos los sucesos han sido dados.
B (Relaciones)
Ahora sí, B es un conjunto que contiene sólo sucesos en A que son relación y todas las relaciones han sido dadas.
Una relación está dada entre sucesos, más allá de eso, no sabemos qué relación es.
Si suponemos que entre dos sucesos siempre es posible establecer una relación, B es infinito. Si es infinito tampoco conocemos su cardinalidad, si bien tenderíamos a pensar que siempre existen más sucesos que relaciones por cuanto una relación también es suceso. No necesariamente es así, dejemos eso a los matemáticos.
Si una relación está dada entre sucesos y toda relación es suceso; también pueden existir relaciones entre relaciones.
Aquí aparece una primera dificultad. Si la relación es suceso que está en relación con otros sucesos; primero ocurren los sucesos y luego ocurren las relaciones. Pero ni en A ni en B existe un orden, todo ha sido dado.
Podemos sortear esta dificultad pensando que la relación es suceso pero esa relación comprende la relación y los sucesos que relaciona. Entonces existen sucesos no relacionados, pero también existen los mismos sucesos ahora relacionados, la relación duplica los sucesos que relaciona.
Si existe una relación entre dos sucesos, existen tres sucesos (los dos sucesos y su relación) y todo eso que pensamos tres, también es uno, suceso.
Una relación está dada entre dos o más sucesos pero también un suceso puede establecer una relación consigo mismo. De nuevo, en B, todas las relaciones han sido dadas.
No es posible decir mucho más de A y de B. Sí, que A es uno y B (conjunto) es uno.
C (Composición)
Aquí aparece el mundo, y en el mundo aparecemos nosotros; ustedes, yo y todo lo demás.
¿En qué difere C de A y de B?
C no es uno, es muchos
C no está dado.
C tiene comienzo y final.
C no está dado.
C tiene comienzo y final.
Sólo para fastidiar a los teólogos digo: si Dios existe, aparece aquí, Dios no está ni en A, ni en B donde A y B es uno y nada obliga a la creación porque no hay nada que crear, todo ha sido dado.
En C aparece la percepción en un sentido amplio. Un ser humano posee un conjunto limitado de percepciones. Un árbol, una serpiente y hasta una piedra también tienen un conjunto de percepciones si bien nosotros no podamos percibir cómo una serpiente o una piedra percibe del mundo.
Todo conjunto de percepciones, construye un ser y un estar en el mundo.
Nuestra percepción percibe sucesos. ¿son esos sucesos los que ya están dados en A?. ¿existe una correspondencia (relación) entre la percepción de sucesos en C y los sucesos dados en A? No podemos saberlo, por cuanto de los sucesos en A, nada sabemos.
En nuestro caso, que no somos serpiente ni árbol ni piedra, somos señoras y señores, aparece algo más que llamamos facultades de la mente o mente. Nuestra mente percibe sucesos en el afuera pero también está en capacidad de crear sucesos a partir de las facultades de la mente y esto ocurre en el adentro.
Nuestra mente tiene la capacidad de reducir, esto es, tomar en cuenta solo algunos de los sucesos que percibe o crea y luego poner esos sucesos en un orden. Reducción y Orden son facultades de la mente.
El orden de sucesos es una relación creada por nuestra facultad de la mente que dice: este suceso es antes o después de este otro suceso. ¿esa relación, es un suceso que está en B donde todas las relaciones han sido dadas?. No podemos saberlo, por cuanto de B nada sabemos. Para que exista un orden, nuestra mente debe “contar” con otra facultad de la mente, la capacidad de recordar. La memoria es facultad de la mente.
Nuestra mente tiene la capacidad de “crear” una relación de semejanza, esta relación como dijimos es suceso. La relación de semejanza no es dada, es creada por nuestra mente a partir de nuestros organos perceptivos y facultades de la mente.
En C, existen dos facultades de la mente que son: comienzo y final de un suceso y “por otro lado” inclusión de un suceso en otro. “Llamamos” suceso atómico o simple aquel que solo es suceso, no existe un comienzo ni un final y no puede incluir nada, “mientras que” un suceso complejo es aquel que tiene un comienzo y final y entre su comienzo y final sigue siendo el mismo suceso que puede incluir otros sucesos, atómicos o complejos. En el caso de sucesos complejos esta inclusión puede ser total o parcial.
De acuerdo a lo anterior, nuestra mente junto a nuestros organos perceptivos tiene la capacidad de percibir el cambio. El cambio lo crea o imagina (que es otra forma de creación), esto es, un suceso sucede, luego sucede otro suceso y nuestra mente en lugar de pensar que son dos sucesos sin ninguna relación puede pensar que es el mismo suceso que ha cambiado.
Bajo este modelo decimos: Todos los sucesos y relaciones que son sucesos han sido dados en A y en B. Pero ahora en C, nuestra facultad de la mente limitada por nuestra capacidad de percepción, en primer lugar reduce (de todo lo que está en capacidad de percibir, percibe solo algunos de esos sucesos) y de esa reducción de sucesos puede ponerlos en un orden.
Puede que no ocurra así, esto es, primero nuestra mente reduce y luego ordena, puede que ocurra que nuestra mente primero ordena y al ordenar se vea obligada a reducir.
Si bien nuestra mente no percibe el tiempo, todo orden, junto a otras facultades de la mente crean el tiempo. Y como no hay un C, hay muchos C y como a su vez un C puede reducir y ordenar de muchas formas se sigue que no hay un tiempo, hay muchos tiempos.
AXIOMA I: Para todo C, todo orden de sucesos simples o complejos crean tiempo.
AXIOMA II: Para todo C, el tiempo es suceso.
AXIOMA III: Para todo C, existe un número desconocido pero finito de sucesos tiempo; finito por cuanto C es suceso complejo con comienzo y final.
AXIOMA II: Para todo C, el tiempo es suceso.
AXIOMA III: Para todo C, existe un número desconocido pero finito de sucesos tiempo; finito por cuanto C es suceso complejo con comienzo y final.
Detengámonos un momento. Por un lado tenemos el afuera donde existen sucesos que uno percibe y por otro lado tenemos sucesos en el adentro que son creados por nuestra facultad de la mente; digo esto para evitar caer en un solipsismo extremo; esto es, pensar que todos los sucesos le ocurren a uno y son interiores a uno y no existe un afuera.
Sin embargo y sin negar el afuera podemos pensar en un solipsismo moderado donde todos los sucesos en el afuera no se reflejan en nuestra mente tal cual son en el afuera pero tampoco son creados por nuestra mente, son recreados por nuestras facultades de la mente a partir de la limitación de nuestros organos perceptivos.
Resumamos lo expuesto hasta ahora: percibimos y toda percepción es suceso, luego nuestra mente puede reducir, ordenar y crear relaciones entre sucesos y los sucesos pueden ser simples o complejos, podemos reducir sucesos del afuera, ordenar sucesos del afuera, pero las relaciones de orden que son sucesos no están en el afuera, son creadas por nuestra mente. ¿Qué sucede si los sucesos en el afuera, nuestra mente no logra ordenarlos?
En este caso, podemos “pensar” (suceso) lo siguiente:
Que los sucesos en el afuera no estén ordenados y nuestra mente no logre ordenarlos.
Que los sucesos en el afuera estén ordenados (este orden no es creado por una relación) pero nuestra mente no logra ordenarlos.
Que los sucesos en el afuera no estén ordenados pero nuestra mente logra ordenarlos.
Que los sucesos en el afuera estén ordenados (este orden no es creado por una relación) pero nuestra mente los ordena de otra forma.
Que los sucesos en el afuera estén ordenados (este orden no es creado por una relación) pero nuestra mente no logra ordenarlos.
Que los sucesos en el afuera no estén ordenados pero nuestra mente logra ordenarlos.
Que los sucesos en el afuera estén ordenados (este orden no es creado por una relación) pero nuestra mente los ordena de otra forma.
Revisemos el punto uno y dos. Que nuestra mente no logre ordenar, ¿que sucede entonces?. Si bien no podemos ordenar nuestra mente puede enumerar, porque la enumeración es facultad de la mente. Enumerar es separar y esa separación admite más de un orden.
Nuestra mente no logra ordenar pero puede separar, si la mente percibiera solo aquellos sucesos que puede ordenar, en este caso, al no poder ordenar los sucesos, lo percibiría como un solo suceso o lo reduciría y en ese caso no percibiría nada. ¿Qué es lo que nuestra mente no puede ordenar pero percibe y separa?, percibe la forma (facultad de la mente) y separa las formas, Esta facultad de la mente es lo que crea aquello que vulgarmente llamamos espacio.
Antes de avanzar, vamos a enunciar otras dos facultades propias de la mente: Indefinido y Desconocido.
Un suceso complejo tiene un comienzo y final. Pero su comienzo o final puede ser conocido, desconocido o indefinido. Si es desconocido, no conocemos su comienzo o final pero sabemos que hay un comienzo o final.
Si es indefinido, no conocemos su comienzo o final pero tampoco sabemos si hay un comienzo o final.
Veamos algunas figuras donde no es posible establecer un orden de sucesos complejos.
Otra figura de un suceso complejo donde no hay orden: