La red cubana I


El espacio es una clase Aleph. El espacio en Aleph puede moverse.
El espacio puede convertirse en tiempo y el tiempo puede convertirse en espacio.

Si un objeto aparece en un espacio, esto puede pensarse de tres formas:

O bien el objeto fue movido por alguien a ese espacio, o bien el objeto no se ha movido sino el espacio que ocupa se ha movido, o bien, ni el objeto ni el espacio se han movido, nos hemos movido en el tiempo y vemos el objeto donde estuvo o estará.
Pero también un objeto puede ser objeto y espacio, por ejemplo, un cuadro es un objeto y un espacio habitable. Si movemos el cuadro, movemos el objeto y el espacio al mismo tiempo.

Si pensamos que no es el objeto lo que se mueve, sino que es el espacio lo que se mueve, qué espacio puede ocupar el espacio al moverse. O bien ocupa un espacio vacío, o bien el espacio que había antes se ve obligado a ceder su lugar, o bien hay dos espacios simultáneos. Por otro lado, o suponemos que un espacio se mueve sin tiempo de manera instantánea o bien que el espacio se mueve de forma continua o discreta, en este caso el espacio deberá contemplar una ruta para llegar a su destino.

Si en el movimiento del espacio hay tiempo habrá que determinar su dirección.

Una mesa es un espacio, si en la mesa hay un tablero de ajedrez, el tablero de ajedrez es un espacio, una casilla del tablero de ajedrez es un espacio, la habitación donde está la mesa es un espacio, la calle, la ciudad, el país donde está el tablero es un espacio. Y todo puede moverse.

Si sobre la mesa, al lado del tablero se encuentra una fotografía del tablero de ajedrez, la fotografía ha creado un espacio y puede moverse.

Contemplar la multiplicidad de Riemann y el espacio de Hilbert.


Cuando la doctora O’Farrel me dio a leer ese documento no le di ninguna importancia. En Aleph cada cual tiene sus propias ideas reveladoras a la manera de un Bergson, un Foucault, un Barthes o un Deleuze, los franceses son expertos en deconstrucción, Derrida que no era francés pronto se volvió francés y para agradarles aprendió el método. Ellos toman un texto, cualquier texto y lo usan como pretexto para hablar de sus propias ideas que de esclarecedoras o revolucionarias tienen bien poco. No resuelven un problema, ellos van creando el problema a medida que escriben y se les ocurre, y cuantos más problemas crean, más originales, más brillantes, más audaces se piensan. Luego someten su texto a un análisis autorreferencial plagado de citas y ahí quedan atrapados en una telaraña de palabras inconducentes.

Lo cierto es que en Aleph el espacio físico creado no puede moverse por definición: Aleph copia el mundo real.

Todos o casi todos estarán de acuerdo que el mundo se mueve, pero nadie pregunta cuántos grados se ha movido o por la posición exacta en el espacio exterior que ocupa ahora nuestro mundo. Para casi todos, el mundo no se mueve, lo que hay es día, es noche, es otoño, es invierno y así. A nadie se le ocurriría pensar que cada nuevo día al mirar por la ventana lo que vemos ha cambiado de lugar y entonces uno debería preguntarle al encargado del edificio: ¿Dónde estamos?, ¿A dónde fue a parar hoy la estación de tren Nuñez que ayer estaba a tres cuadras?

La doctora O’Farrel, una autoridad en el estudio de Hegel me ha encargado esta misión.
Porque aparentemente el movimiento del espacio en Aleph no es pura teoría o la idea de un grupo de trasnochados, está siendo probado en la ciudad de La Habana. Cuba.

Es una misión delicada que exige máxima discreción debido a que la hija de la doctora O’Farrel se encuentra involucrada y no está sola. Este grupo de agitadores, anarquistas o no sé cómo llamarlos proponen el caos, la desarticulación completa de Aleph.

Viajaré a Cuba en el mundo real y en Aleph. La doctora O’Farrell exigió: -Tómese unos días para estudiar el ambiente, cuando comience a operar vaya al hotel Inglaterra en el parque central, compre una tarjeta postal y póngala en el buzón. Envíela a esta dirección, la dirección es una suite del hotel Intercontinental de Buenos Aires donde ella se hospeda.
Después agregó: -Piense bien antes de actuar, en Cuba nada es lo que parece.

Antes de continuar, me gustaría decir quién soy y qué hubo antes.