México
Regresaba a México por Aleph.
Uno sube a un avión y por varias horas no ve nada. Al llegar uno cree haber alcanzado un destino pero todo depende de cuanto uno confie en las líneas aéreas, en el nombre de la ciudad que está escrito en un billete de avión y en el piloto.
Había terminado de cenar, tomé el vuelo 29 de Aeroméxico y me fui a dormir.
Al otro día, en la estación Callao recibí un mensaje:
Ciudad de México - Aeropuerto Internacional Benito Juarez
Viajé a Acapulco, pasé la noche en el hotel El Presidente y al otro día me asomé al balcón:
Por la tarde tomé un taxi que me dejó en el hotel El Mirador. Esa misma tarde en Buenos Aires hice café, abrí un libro, cerré los ojos y así. Mientras conversaba con mi madre vi:
Ahora conocía la gramática y lenguaje Aleph donde imágenes y palabras son clases y relaciones entre clases que también son clases. Sabía de abstracción, contextos, polimorfismo, derivación, herencia múltiple, enumeración, orden y así. Ahora era capaz de leer una clase, sabía como extender una clase del pasado para que actúe sobre el futuro, reducir una clase del futuro para que actúe sobre el presente, reservar espacio, reservar tiempo, reservar memoria, llevar una clase a la frontera de sucesos, reconocer un signo y así. Creía saberlo todo de Aleph.
A las las diez de la noche hora de México caminé desde el hotel El Mirador hasta la terraza del hotel Casablanca.
Ahí, sentado frente a la columna con sus manos descansando en el puño de su bastón estaba el hombre que hacía quince años me había dado acceso a la red Aleph. El que no hubiera envejecido daba a pensar.
Llega tarde
Lo siento, ¿cuánto tiempo lleva esperando?
Es difícil contestar a eso. Se lo ve bien
Gracias, estoy bien
¿Recuerda cómo estaba la última vez que vino aquí?
¿Cómo supone que se operó ese cambio?
¿Cree que fue obra de su voluntad?, ¿del tiempo? ¿de las pastillas creadas en un laboratorio?, ¿la intervención divina?
No. Fuimos nosotros. Nos debe eso
¿Para qué me citó aquí?
Ha llegado el momento de elegir
¿Elegir qué?
Debe elegir ver o no ver. Si decide ver, lo verá todo. Será cualquier hombre que quiera ser, será un hombre y todos los hombres.
Vamos, no hay mucho que pensar
No entiendo
¿No entiende?
Entonces piense.
¿Le gustaría ser una estrella de rock? ¿un líder político?. Imagine a una multitud agitando banderas en su nombre
¿No le gustan las multitudes?, está bien
Imagine entonces ser un agente secreto. Actuará solo. Una misión peligrosa en un país exótico. Viajes, mujeres hermosas, personas sofisticadas, martinis secos.
¿No?, ¿por qué no?
Probemos esto:
Comprará una isla en Grecia. Tomará diez años para diseñar y construir el Cono o esa cosa en la que usted ha estado pensando. Luego lo abandonará, se retirará a una cabaña y pedirá a alguien que le enseñe a pescar. Dedicará el resto de su vida a tratar de resolver la hipótesis de Riemann, al final encontrará la respuesta. ¿Qué dice?
¿Dónde hay que firmar?
Ya ve
Hace tiempo, cuando el cine no existía la gente actuaba… bueno, actuaba de alguna forma. Lo cierto es que hoy la gente que asiste a una sala de cine actúa como si fueran ellos mismos actores de una película. Se identifican con los personajes porque ellos mismos se han vuelto personajes.
Su emoción ya no está por afuera del cine, ha sido producida por imágenes y cuando abandonen la sala siguirán actuando.
La idea del bien y el mal es algo anterior al cine, pero hoy es solo una imagen en movimiento. Inventamos el cine mucho antes que el cine fuera inventado.
¿Entiende lo que digo?, la emoción no es real, hemos convertido lo real en una representación.
Ahora lo verá todo. Se unirá a nosotros, iremos hasta el fondo.
Solo se trata de una formalidad, firme y comenzará hoy mismo
Deme una pluma
¿Una pluma?, no. ¿Acaso no recuerda lo que le dije la última vez que estuvo aquí?, firmará con una gota de su sangre.
¡Vamos!, un pequeño pinchazo, no dolerá
Yo elijo no ver
¿Elige no ver?. Solo un idiota rechazaría una oferta como esta
¿Entiende que caminará solo y completamente a ciegas?
No llegará a ningún lado
Ayer le dimos todo, si elige no ver, le quitaremos todo. La película no se hará, el libro jamás será entregado.
Se volverá a caer
No siempre ocurre de la misma forma
Yo elijo no ver
Regresé al hotel El Mirador, iban a quitármelo todo.
Escribí para ver y vi:
